Un dilema ético que se expone en particular, es la problemática y la diferenciación entre educación y enseñanza como dos procesos, que se dan en el ambiente familiar y en el ambiente escolar, por un lado las bases educativas se dan en la familia donde cada estudiante conoce las reglas, valores, principios y conductas a seguir que se manifiestan en el ambiente escolar como una tarea fundamental propia de las familias, sin embargo, el concepto de educación es atribuido a las instituciones educativas, cómo las principales responsables del desarrollo y formación personal de los estudiantes. De acuerdo a lo anterior, es necesario puntualizar que en las instituciones educativas se desarrollan procesos de enseñanza y aprendizaje a sujetos que llevan en su ideario personal todo un proceso formativo que se inicia en el momento de la concepción, con el nacimiento, seguidamente cuando entran en relación con otros miembros de la familia y la comunidad. Transformándose en personas con unas conductas éticas establecidas en la familia, que se complementan en el entorno educativo. De ahí que actualmente, observamos que en la sociedad juvenil prevalece una carencia de normas de conducta basadas en principios éticos, debido a la falta de autoridad y disciplina en el hogar, siendo este el motivo por el que los padres de familia recargan su responsabilidad de ausencia de valores en los docentes, los cuales se ven sujetos a diversas críticas y situaciones que se salen del contexto escolar.
Finalmente, es importante resaltar cómo los docentes se enfrentan diariamente a un dilema ético de resolución de problemas cuyas raíces se originan por la ausencia del rol de la familia de educar y formar a sus hijos con principios morales y normas de conducta, que les permitan desarrollar adecuadamente su participación en el entorno escolar sin tantas falencias en los diferentes procesos de enseñanza y aprendizaje, terminando por convertirse en docentes, padres y acudientes a la vez.
